CONCLUSIONES









Franz Rosenzweig. La estrella de la redención.

Frente al cristiano, que necesita de una instancia de decisión para pertenecer (el bautismo, la comunión, etc.), el judaísmo que precede al judío. O sea: El judaísmo no está puesto en un afuera que confirma la realidad del judío, ya que como no hay un adentro el afuera tampoco queda valorizado como espacio de lo judío.
El punto que él trabaja es la falta de esta identidad sustancial. Con lo cual el afuera tampoco va a ser significativo.
El afuera y el adentro no están en esta relación de contraposición, sino que están funcionando interiormente porque esa es la realidad humana. Uno no va llevando su ser-judío, sino que el ser-judío es una apertura constante, una cierta forma de relacionarse con la realidad. Esta relación es siempre exterior pero vivida interiormente.